28 de desembre del 2009

El tiempo y nosotros.


La gente dice: el tiempo lo pone todo en su lugar.
Y yo he pensado, que si yo fuera el tiempo estaria enfadado de tener que ordenarlo todo siempre. Si yo fuera el tiempo me gustaria que alguien por una sola vez dijera:
- Voy a poner las cosas en su sitio.
Que no esperasen sin mas a que otro lo arreglase. Eso estaria genial, pero la verdad es que nunca ocurre. Lo cierto es que el tiempo sabe hacer su trabajo muy bien.
Una vez perdí un libro.
Lo adoraba y me lo llevaba a todos lados y eso tuvo sus consecuencias. Un día se me olvidó en el parque donde solía leer. Cuando fui corriendo, el libro ya no estaba. Me cabree tanto que le di una patada al banco donde lo había olvidado. Como si eso mejorase las cosas.
Pensé el tiempo pondrá las cosas en su lugar y desee que la persona que me lo había robado perdiera algo ella también. Tiempo después, me regalaron ese libro para mi cumpleaños.
El tiempo lo habia puesto en su lugar. Conmigo.

Pero imaginemos la historia diferente. Imaginemos que la persona que hubiera encontrado mi libro se hubiese pasado toda aquella tarde buscando al dueño. Preocupandose por la persona que lo ha perdido. Y que al encontrarme con una sonrisa me dijera:
- He encontrado esto y he querido llevarlo a su sitio. Ponerlo en su lugar.

Eso no ocurrió como ya os dije antes. Pero habría sido fantastico.


En fin, perdonadme, he encontrado un libro y voy a salir a buscar a su dueño para decirle con una sonrisa en los labios: queria ponerlo en su lugar.

27 de desembre del 2009

Bueno o malo.

Desde que somos pequeños nos dicen lo que esta bien y esta mal. Yo miraba a mis amigos y sabia que no habían entendido nada. Sin querer presumir de ello creo que nací sabiendo que estaba bien y que no. Sabia que hacer llorar a alguien estaba mal y que sacarle una sonrisa a alguien con un beso era bueno. Sin embargo, ahora los besos solo traen malentendidos, dañan a la gente.
Cuando tenia 9 años, me sentaba en la calle, y miraba la carretera, no pensaba en nada realmente, solo dejaba que el tiempo pasase y recuerdo que era una sensación increíble.
Fuera de todo.
Tan dentro del mundo.

Me gustaba subirme en el tejado de la casa a pesar que mis abuelos no querían y miraba desde allí el paisaje. Parecía tan lejos. Casi tanto de lo que estas tu de mi.
Me acomplejaba ser inferior a los demás y por eso me esforzaba siempre. SIEMPRE. En todo lo que hacía daba lo mejor de mi casi hasta dejarme la piel. Pero un día alguien me dijo esa frase que se le dice a todo el mundo y que nadie cree: "quien te quiera, lo hará siendo tal y como eres".
Pero yo lo creí.

Tenia 13 años la primera vez que me enamoré. Lloraba casi siempre y eso no era bueno, eso dice la gente ¿verdad?. Entonces uno de esos días, mi abuela entro en mi habitación y dijo otra de esas frases: "si tiene que estar contigo, lo estará pase lo que pase".
Y volví a creerle.

Y esa vez funciono, porque cuando te recuerdo esas palabras se estrellan dentro de mi y me alivian el dolor. Parece inútil pero no lo es. Al menos yo no lo creo así. Por eso lo grité el otro día en medio de la calle. La gente empezó a mirarme y una chica dijo:
- Eso no es cierto.
La miré y contesté:
- ¿Le quieres?
- Me gusta.
- He preguntado si le quieres. ¿Le quieres?
- ¿Que diferencia hay?
- Algo que te gusta, lo podrás tener siempre que quieras, porque es sencillo, es alcanzable, pasajero y con el tiempo aunque no lo consigas no te importará. Cuando quieres a esa persona, todo cambia, todo toma otra importancia. El camino se vuelve más estrecho y empinado.
- Es una tontería enamorarse para sufrir.
- No, ¿sabes por que? Uno no debe romperse por dentro por amar a alguien.

No esperé a que respondiera, me marche con una sonrisa en los labios.
Y eso debe ser bueno, porque sonreír esta bien.
Entonces mi respuesta es que sonrío al saber que te quiero.
Sonrío al saber que te quiero.

26 de desembre del 2009

Todos nuestros recuerdos se quedarán aquí.

Nos sentimos en el filo de la linea, esa que divide el olvido de el recuerdo. Nos hemos mirado y yo solo he podido sonreír. "Que jodida es esta vida que nos pone contra la pared" he querido decir pero como ya ves las palabras vuelven a enmudecer dentro de mi. Me has acariciado la cara y de nuevo volvemos a mirar esa caída justo en el filo de la linea. Un paso hacia delante y todo habrá desaparecido. Y no quiero saltar.
Justo detrás de nosotros hay un buen arbusto lleno de zarzas, nos ha cortado más no poder. Las heridas no han dejado de sangrar ni un minuto, lo sé. Y sigo sin querer saltar. Escucho gritos detrás de esas espinas, posiblemente sean todos ellos gritando que nos tiremos al vacío.
Tus ojos me vuelven a encontrar y empiezan a llorar. Quiero gritar, quiero gritar de dolor.
Las espinas siguen haciéndonos sangrar y el filo donde estamos empieza a temblar.
Es hora de decidir. Saltar y olvidar. Amar y sangrar.
- Pídeme que me quede. - me dices. Te miro, quisiera pedírtelo, quisiera decirte que me amases cada día de mi vida y preguntarte como seria nuestra vida si la pasásemos juntos.
- Por favor pídeme que me quede.
- Te... te quiero.
Entonces tus ojos se abren de par en par. Mi pie falla y caigo hacia el vacío.
Pero algo me ha detenido. Algo me esta sujetando.
Al mirar hacia arriba te he visto cogiéndome por el brazo. Tus lágrimas caen encima de mi ahora y aun siendo todo tan triste me he sentido afortunada.
Por tenerte aquí junto a mi.
Por tenerte agarrándome.
Por quererte.
Por pedirme que te quiera.
Y pasamos horas así, yo en el vacío y tu sujetandome. Y cada vez que te miro veo tus ojos llorar y tu mano que no me piensa soltar.
Pero hoy te he visto cruzar la calle y todo esto me ha venido a la memoria.
Lo he recordado todo y ¿sabes? he decidido no olvidarlo más.
Te quiero y para cuando quieras, sigo colgada en aquel vacío mas si no estas para sujetarme lo haré yo con todas mis fuerzas.
Si, elegí amar y sangrar. Me tire al vacío por no verte llorar.


Te quiero.

21 de desembre del 2009


Aveces me asusto al ver como todo se desmorona sobre mi. Llega la navidad y la gente esta feliz y yo solo consigo pensar en ti. Me discuto cada noche con todos mis sueños porque quieren recrearte en mi cabeza y yo solo quiero dormir. Te echo de menos y eso es evidente, desde que te fuiste nadie se ha sentado en mi puerta a ver el amanecer ni me ha tapado del frió cuando me tumbaba en la cama. Mi teléfono habrá sonado unas mil veces y no he logrado contestar ni una. Tengo la fuerza suficiente para alargar la mano y pulsar el maldito botón, pero me faltan las ganas.
Mi mejor amiga se puso a gritar desde mi jardín diciendo que iba a volverme loca aquí dentro de casa sin salir. Es cierto. Aveces te escucho llegar y paso horas sentada en el salón esperando verte entrar. No quiero olvidarte, no quiero sacarte de mi vida sin mas. Realmente podría hacerlo. Si me lo propusiera.

Podría vestirme con el vestido negro ceñido que se ata a mi cintura como si fueran unas manos que me rodean. Pensándolo bien, hace meses que no hago el amor. No me lo había planteado, pero tengo apetito sexual. Y para que vamos a engañarnos una vez lo intente, pero mientras ese tío intentaba hacer algo en lo que yo no prestaba atención en mi cabeza solo estabas tu y tu estúpida sonrisa. La sonrisa que me hizo enamorarme de ti.

La he maldecido cada noche.

En una ocasión cogí mi bolso y me puse mis mejores zapatos y estuve de pie delante de tu oficina unas dos horas. Pero no entre. Que imbécil de mierda que soy.
Solo eran unos pasos. Pasos que ya había dado antes y que ahora era incapaz. Me siento tan pequeña delante de este gran edificio. La gente me miro, lo recuerdo. Y yo no podía hacer nada que no fuera estar allí delante. Finalmente volví a casa.

Si pusiera la televisión podría ver alguna película también. Pero maldita sea todas hablan de amor y yo no puedo soportarlo. La música expresa la misma emoción.
Entonces he decidido que mañana voy a acabar con todo esto.
Voy a convertirme en alguien de metal. Sin corazón, fría.




Y realmente lo había decidido, pero cuando lo estaba preparando todo para la transformación has picado a mi puerta.
Y esa sonrisa... ha vuelto a detenerme.




Suena:
There goes the cure - one dove

16 de desembre del 2009

Nadie se dio cuenta.

La verdad es que no vi ninguna pistola, ni una bala que cruzara el aire. Lo cierto es que no escuche ningún disparo, ni se derramo sangre alguna. Pero yo la miraba y estaba segura de que le habían disparado.
Se mantenía de pie en medio de la calle, miraba hacia un punto fijo y al seguir sus ojos vi a un chico que se alejaba. Eso lo confirmo todo. Yo continuaba mirándola curiosa y me daba cuenta que para ella no había nada mas delante que no fuera el. No se movía, yo pensaba que ocurriría si se quedaba ahí quieta por mucho tiempo pero ella no se nada cuenta, ni la gente de alrededor tampoco, caminaban y ni la veían. Pero yo si la vi. De pie allí delante desafiando el dolor, sin dudarlo, imaginaba esa bala invisible penetrando en su pecho, cada vez mas profunda.
De golpe ella se movió y puso su mano sobre el pecho, encima de el corazón y lo único que pudo decir fue un gemido. Un grito de dolor. Empezó a llorar casi seguido. Yo miraba a aquel chico que ni se daba la vuelta y me daban ganas de ir a buscarle. De decirle: ¡Mira lo que estas haciendo!, pero mis piernas seguían quietas y tan solo observaba la escena. También pensaba que si ella quisiera podía llamarlo, gritarle, pedirle que volviera. Sin embargo allí estaba esa chica herida de una bala en el corazón, llorando a mares y sin decir una sola palabra. El entro en un bar y fue entonces cuando ella bajo la cabeza, vi como se movía lentamente. Muy lentamente. Se giro sobre si misma y al levantar su cabeza, sus ojos buscaban desesperadamente a alguien que le estuviera mirando, preocupandose por ella, alguien que fuera capaz de consolarla.
Trataba de caminar hacia a algún lado, se movía torpemente y su cara estaba completamente descompuesta. Su mano seguía encima de su pecho. Yo sentía que la bala cada vez se hundía mas y mas dentro de aquel corazón ahora desorientado.
Entonces nuestras miradas se encontraron y empecé a correr hacia ella.
Ella continuaba llorando y se tiro de rodillas al suelo agarrándose el corazón fuertemente.
Llegue hasta allí y me agache para abrazarla. Pero mis manos la traspasaron, volví a intentarlo cerrando los ojos fuertemente.


Cuando abrí los ojos de nuevo estaba de rodillas en el suelo con la cara llena de lágrimas y en mi mano derecha,encima de mi corazón, solo había sangre.





Alguien me había disparado en el corazón, aunque no había bala, ni pistola, ni nadie había oido ningun disparo.

10 de desembre del 2009

I'll be waiting.

- De todas las cosas que me calle aquella ultima tarde, una era que queria que vinieras a vivir conmigo. Puede que no ya, pero si pronto, habria sentido tu mirada en la mira y si hubieses respondido que si, los dias los pasariamos juntos y aveces separados, y en esos espacios para cada uno tan solo podria pensar en volver a encontrarte. Las mañanas no se habrian hecho fria ni en el mismo diciembre porque tu cuerpo me abrazaria toda la noche y me daria su calor. Mi comida seguramente no seria tu favorita pero reiriamos juntos. Mis lagrimas caerian en tu hombro siempre y tu podrias contar conmigo cuando quisieras. Todos los dias te habria dicho que te amaba porque seria cierto, tanto como decir que sigo viva. Habriamos discutido mil veces por querer cosas distintas para hacer juntos y posiblemente nos habriamos lastimado con palabras que no pensariamos. Pero me daria igual, porque te tendria a mi lado y sabria que por mucho que peleasemos jamas nos separariamos el uno del otro. Porque esos dias comprenderia mas que nunca que no podria vivir sin ti. Que no puedo vivir sin ti.
- Ha pasado mucho tiempo.
- Lo se, entonces dime que no me amas y que nada de lo que dije ahora te ha gustado y me marchare.
- ...
- No contestas. Porque sientes lo mismo que yo, ¿habrias contestado aquel dia? ciertamente, creo que no, por cobardia, por miedo al amor. Si hoy te quedas en silencio volvere a marcharme, pero quiero que sepas, que no te olvidare, volvere... volvere por ti mi amor.





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Hoy quiero poner esta cancion:

http://www.youtube.com/watch?v=rtPZEssCnss

6 de desembre del 2009

La puerta y las paredes.

Yo siempre he querido un balancin en mi patio de madera. De esos en k la gente pone mirando a la calle para chafardear. Y jamas pondré una mesa de te delante porque eso es inútil, hace de el balancin algo incomodo y no t permite columpiarte cuanto quieras.
También siempre he querido una mesita al lado de la entrada y prohibire poner jarrones encima porque acabara rompiéndose un día porque pondré el correo allí.
Tampoco quiero esas estanterías que tienen miles de copas dentro. Cuando intentas lucirlas continuamente y nadie las miras, entonces piensas que las usaras para navidad pero acabas poniendo los vasos normales de cada día.
Siempre me ha incomodado que todo el mundo ponga figuras en el comedor cuando después no te dejan jugar con ellas. No soporto las fundas de los sofás que no te dejan sentir lo blandos que son los cojines. Tiraría cada uno de los manteles que ponen encima de las mesas del comedor para poner algo de adorno encima, es irritante tener que quitar todo eso para poner la mesa al comer. Mentiría si digo que me gusta la alfombra de la entrada de casa cuando me parece un insulto que nada mas llegar te digan: ¡eh! vas sucio, limpiate los pies.
Nunca vi bien esos padres que decoran la habitación de sus hijos como quieren pensando que a ellos les gustara. Así que mi habitación tenia paredes blancas. Era extraño, eso decían todas mis amigas, ellas tenían dibujos, pegatinas y las mías eran blancas. Mi mejor amiga y yo habíamos pensado que cuando algo nos importara de verdad lo pondríamos en mi pared.
Porque seria importante y eso debía quedar grabado en alguna parte.
Así que pasábamos los días seleccionando y descartando cosas. Muchas de las niñas de el colegio me daban dibujos, fotos, posters... pero ninguno era lo que esperaba. Me pasaba horas delante de la pared mas grande de mi habitación tan solo mirándola.
Un día mi madre entro y se sentó a mi lado:
- ¿Que haces? - me pregunto.
- Miro la pared y busco algo importante que poner.
- Vaya, eso debe ser un trabajo duro.
- Es que no encuentro nada.
- Deberías empezar por la puerta.
- ¿La puerta?
- Claro, la puerta debería tener las cosas que mas te gusten, como si fueras tu y las paredes serian lo que hay dentro de ti.
Así que mi madre y yo pintamos la puerta. Al principio no sabíamos que poner. Finalmente dibujamos una montaña, ella iba a dibujarme arriba y yo le dije que no.
- ¿No quieres estar arriba?
- Quiero llegar arriba.
Ella abrió los ojos de par en par, después sonrió y me dibujo al pie de la montaña. Entonces pensamos que debíamos poner algo en la cima pero no se nos ocurría nada.
Fui al colegio a contarlo y todas mis amigas me decían cosas diferentes: una muñeca, una casa, un perro, un caballo, una bicicleta, una pelota, un arbolito, un arco iris...
Volví a pasar días y días sentada delante de la puerta sin saber que poner en la cima de la montaña. Un día cabreada cogí el pincel y subiendome en una silla me volví a dibujar en la cima de la montaña. Cuando acabe mi obra mire la puerta enfadadisima y recuerdo que pensé: "que diferentes son la una de la otra, ha quedado horrible" así que recogí todo y me fui al comedor.
Pasaban los días y cada vez estaba mas enfadada con la puerta. Llegue a darle patadas en alguna ocasión. Decidí dedicarme a las paredes de dentro. Sin darme cuenta todo se lleno de dibujos con mi nombre, fotos de mis amigos y familiares. Algún poster del cantante que me gustaba. Y un día, cuando habían pasado varios años y mi madre acababa de darme la noticia de que íbamos a mudarnos volví a sentarme delante de la puerta.
Fue entonces cuando lo comprendi todo.
Había crecido, había llegado a la cima de aquella montaña.
Me levante, abrí la puerta y entre en la habitación y todo lo que encontré allí era "yo".
Mi mundo, mis cosas, mis sentimientos y finalmente mis emociones.
Poco tiempo después me marche de aquel piso y posiblemente los nuevos dueños hayan pintado todo aquello. Pero la idea de la puerta y las paredes quedo siempre dentro de mi.
Fue entonces cuando me prometí no rendirme NUNCA.


Cuando nazcan mis hijos les enseñare esto.
No dejare que se rindan jamas.
















Un beso a todos.