El mundo es lo que cuenta.

Creci pensando que seria algo en la vida, siempre lo quise.
Me dormia imaginandome de mayor, trabajando de algo que no todo el mundo hiciera. Jamas quise ser veterinaria aunque adoro a los animales. La verdad es que mi mayor sueño siempre ha sido ser feliz.
Absurdo, ¿verdad? Pues amigos.. dejadme deciros que ser feliz, es el trabajo mas dificil que la vida nos propone.



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Sali corriendo de la ciudad en direccion a la estacion de trenes. Mis piernas dejaron de ser mias, corrian solas. Iba tan rapida que me sorprendi al encontrarme delante de la maquina de billetes.
Una vez dentro de el vagon mi mente se pierde lejos. Se en todo momento que se ha ido a encontrar con la tuya. Ojala yo lograra encontrarte tambien.
Un chico se sienta a mi lado y me mira sonriendo. Creo que me ha saludado, pero tengo los auriculares puestos con la musica tan alta que no escucharia ni una bomba. Quise ignorarle pero el chico me dio golpecitos en la pierna:
- Dime. - intente sacar una sonrisa, pero mi voz sono totalmente arisca.
- Tu movil esta sonando.
Como una loca rebusque por el bolso y lo encontre. Era mi madre. Silencie la llamada y segui escuchando musica.
Andaba tan distraida que sin darme cuenta llegue a mi destino.
Entonces cuando debia ir hacia la derecha, no sabria decir porque, mis piernas empezaron a correr hacia la izquierda. Coji un metro y despues otro y apareci alli delante. En una esquina aquel bar.
Te maldeci, te maldeci por haberme hecho enloquecer.
Recuerdo que te llame cabron.
Entre en el bar y pedi un cafe. Me sente al fondo en una mesa para dos.
No pasaron ni diez minutos cuando las lagrimas empezaron a inundar mi cara.
Intente odiarte. Te juro que lo intente con todas mis fuerzas.
Pero no pude.
Te quiero demasiado.