15 de novembre del 2009

El sol existe para todos.

Estaban los dos tumbados en la cama. El sol entraba ya por la ventana a través de las cortinas. Los dos aun después de toda una noche de haberse amado continuamente seguían despiertos y a ratos miraban sus ojos y a otros miraban el techo y imaginaban su futuro.
- Amar es esto. - Dijo ella.
El la miro sorprendido con ojos curiosos:
- ¿Como puedes saberlo? - pregunto.
Entonces una tímida sonrisa sale de los labios de ella y sus ojos se abren aun mas cuando lo mira.
- Me levanto cada mañana pensando en que me sucedería durante el día si lo pasara junto a ti, cuando estoy haciendo cosas sencillas tus ojos se aparecen en mi mente y consiguen que hasta la mas mínima tontería tome color. Aveces estoy tan segura de lo que sientes o piensas en ese momento que llamaría tan solo para ver si estoy en lo cierto. Cuando llega la noche me paso cada minuto esperando que vengas o saber de ti lo mas mínimo para calmar mi corazón.
Una risa sale de la garganta de el, una caricia que recorre el pelo de ella y va hacia su cara.
- Muchas veces siento que estas dentro de mi. - es lo único que el dice.
Besos, mas caricias que empiezan a quemar la piel de ambos.
Hacen el amor.
Pero no de la manera en la que cualquiera podría pensar.
Hacen el amor con los corazones.
Unión perfecta.
Y sin darse cuenta la luz por la ventana empieza a desaparecer para dejar a la luna salir.
- Te has quedado todo el día...
- Te dije que serias la única persona que podría decir que he vuelto.














El amor. Magico, doloroso y aun asi... nos da la vida.

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