16 de novembre del 2009

Tu vida no pasara.

Y siempre que quise saber mas se me decia: hay momentos para todo. Y es cierto. O quizas lo era hasta que me di cuenta que el momento lo eliges tu.



Me encontraba en mi trabajo. Otra mañana gris de oficina, encima de mi escritorio una foto de los dos. Rei. Entonces recorde el dia en que nos conocimos y lo ironico que resulta pensar que no eramos nada el uno para el otro hasta meses despues. Siento en ese preciso instante que deberia ir a buscarle. Pero ha pasado tanto tiempo que quizas ya no me recuerde. Aun asi, sin darme cuenta me pongo de pie y voy a cojer mi chaqueta.
Sali a la calle y sin saber donde ir porque no podia saber donde se encontraba EL, decidi seguir mi intuicion y ir hacia el pequeño taller donde sabia que trabajo años. Evidentemente cuando llegue alli me dijeron que habia acabado de trabajar hacia un año y medio en aquel lugar. Pero tambien tenian su numero de telefono asi que lo apunte en mi movil y me marche. Caminaba por la calle sin prisa, el dia era largo y de todos modos me habia negado a volver a el trabajo hasta el dia siguiente. La gente que pasaba a mi alrededor caminaban rapido, hablaban por telefono o entre ellos, algunos cargaban bolsas de compra otros tan solo llevaban lo puesto. Yo los miraba y me imaginaba sus vidas. Me reia sola y esto hacia que se me quedaran mirando. Pero todo me daba igual esa mañana. A veces cojia mi movil pero no le daba al boton de llamar. Recorde donde EL habia vivido anteriormente, aunque no iba a ir a su casa. Fue de repente cuando en un bar llegando al centro de la ciudad le vi. Me hizo reir verle con uniforme. Sin que se diera cuenta me sente en una mesa de la terraza. En cuestion de dos minutos vino a preguntar que queria a mi mesa. Su cara se congelo, me miraba con los ojos bien abiertos. Yo no podia apartar mi mirada de la suya. Pense que iba a explotar llorando sin embargo sonrei. EL inconsciente de sus actos se sento delante mio:
- Sabia que vendrias. - Dijo.
- Sabia que te encontraria. - Respondi.
Me cojio de la mano y nos fuimos.
Ese dia, ninguno de los dos fue a trabajar.
Pero si fuimos al cielo.
A nuestro pequeño cielo.

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